Los cables de ascensor se forman retorciendo alambres de acero en un orden determinado. Estas estructuras proporcionan una gran resistencia y flexibilidad.
Los cables, que suelen constar de varias capas, tienen un patrón de torsión diferente en cada capa.
Esta estructura en capas aumenta la capacidad de carga del cable, al tiempo que maximiza su flexibilidad y durabilidad.